Muchas veces, por intentar alumbrar el camino de los demás, en realidad, se lo oscurecemos más con la crítica, el egoísmo, el odio, etc. Si todo el mundo llevase luz con cosas positivas y buenas, en vez de esa oscuridad que está presente siempre que sentimos ira u odio, el mundo entero estaría iluminado de esa luz de la que muchos aún no son conscientes y brillaría día a día con mayor intensidad.
También debemos compartir nuestra luz, ya que si no lo hacemos, seguiría siendo oscuridad: compartirla va a hacer que crezca aún más. Por ejemplo, si con una vela enciendes otra y con ésta a otra y así sucesivamente, se pueden llegar a encender miles de ellas y con ellas iluminar el mundo, de igual modo puedes hacer lo mismo al compartir tu luz con los demás.
Somos la luz del mundo y para eso está la luz, para iluminar y traer luz a su alrededor.
Doménica, podrías especificar de quién es la imagen que ilustra tu texto. Gracias
ResponderEliminar