Mientras me quede voz
hablaré de los muertos
tan quietos, tan callados,
tan molestos.
Mientras me quede voz
hablaré de sus sueños,
de todas las traiciones,
de todos los silencios,
de los huesos sin nombre
esperando el regreso,
de su entrega absoluta,
de su dolor de invierno.
Mientras me quede voz
no han de callar mis muerto
Marisa Peña
Este
poema lo escuché hace poco en un programa de televisión y estaba enfocado a las
víctimas del franquismo, las personas que no han podido encontrar a sus
familiares muertos y esas mismas
personas desaparecidas durante la dictadura, porque el Estado no se encarga de
exhumar los cuerpos de las fosas comunes. Todas estas personas, ya ancianas,
contaban cómo fue su vida a partir del día en que algún familiar o familiares
suyos fuesen arrestados y no supiesen nada más de ellos.
Este
poema puede tener diferentes puntos de vista, yo lo considero como que hay
muchas cosas que no sabemos y que están ocurriendo o han ocurrido en nuestro país;
esa oscuridad, tarde o temprano, acaba saliendo a luz, sobre todo si nosotros
queremos y buscamos esa ilustración. Para hallar la verdad hay que buscar entre
las apariencias. Tenemos que ser capaces de diferenciar entre lo que se
muestra, lo que quieren que veamos (luz); y lo que es en realidad, lo que está escondido (sombra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.