martes, 3 de noviembre de 2015



Mientras me quede voz
hablaré de los muertos
tan quietos, tan callados,
tan molestos.

Mientras me quede voz
hablaré de sus sueños,
de todas las traiciones,
de todos los silencios,
de los huesos sin nombre
esperando el regreso,
de su entrega absoluta,
de su dolor de invierno.

Mientras me quede voz
no han de callar mis muerto


                           Marisa Peña


    Este poema lo escuché hace poco en un programa de televisión y estaba enfocado a las víctimas del franquismo, las personas que no han podido encontrar a sus familiares muertos  y esas mismas personas desaparecidas durante la dictadura, porque el Estado no se encarga de exhumar los cuerpos de las fosas comunes. Todas estas personas, ya ancianas, contaban cómo fue su vida a partir del día en que algún familiar o familiares suyos fuesen  arrestados  y no supiesen nada más de ellos.


    Este poema puede tener diferentes puntos de vista, yo lo considero como que hay muchas cosas que no sabemos y que están ocurriendo o han ocurrido en nuestro país; esa oscuridad, tarde o temprano, acaba saliendo a luz, sobre todo si nosotros queremos y buscamos esa ilustración. Para hallar la verdad hay que buscar entre las apariencias. Tenemos que ser capaces de diferenciar entre lo que se muestra, lo que quieren que veamos (luz);  y lo que es en realidad, lo que está escondido (sombra).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.